viernes, 13 de mayo de 2016

Pide por esa boquita


Leo muy a menudo, sobre todo en redes sociales, veganos que critican restaurantes porque han incluido en su carta opciones vegetarianas o veganas. Esta crítica se apoya en el hecho de que siguen siendo restaurantes omnívoros pero que quieren subirse al tren de la nueva moda por lo vegetal y, por lo tanto, estos veganos, no quieren llenar los bolsillos de quien consideran que no se lo merece.

lunes, 28 de marzo de 2016

iChoc: placer vegano

Hace unas semanas, haciendo nuestra compra quincenal en Mi cabra vegana, Lourdes me descubrió un chocolate vegano que en sus propias palabras se describiría así: ‘Cuando lo probé casi tengo un… no lo voy a decir pero ya sabes qué, de lo bueno que está!! Es igualito que el Milkybar!!’. Como yo soy de las que no les gusta el chocolate puro y sí me encantaba el chocolate con leche y el chocolate blanco, llevaba ya un tiempo sin disfrutar de este pequeño placer de la vida.
Así que animada por el consejo de Lourdes, me decidí a probar el White Vanilla de iChoc.

miércoles, 20 de enero de 2016

El mundo se va a acabar


Seguro que habéis escuchado más de una vez el típico comentario de que ‘nos estamos cargando el planeta’. Evidentemente, es cierto que estamos agotando los recursos disponibles a una velocidad pasmosa, estamos acabando con otras especies, estamos contaminando el aire que respiramos y no contentos con esto, estamos llenando el espacio con nuestra basura.
 

Pero estad tranquilos, que no es cierto. Al planeta no le ocurre nada diferente de lo que le haya ocurrido desde hace siglos. Nos estamos matando a nosotros mismos.

jueves, 14 de enero de 2016

Compra, tira, compra

Hace poco, vimos el documental ‘Compra, tira, compra’, que trata sobre la obsolescencia programada. Para los que no estéis familiarizados con el término, según Wikipedia, se definiría así: “es la determinación o programación del fin de la vida útil de un producto, de modo que, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño de dicho producto, éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible.”
 
Así es, todo lo que compramos viene diseñado desde fábrica para que empiece a dejar de funcionar antes de que se acabe su vida útil. De este modo, el fabricante se asegura de que, en un plazo establecido por él mismo, tengas que volver a comprar el mismo producto completamente nuevo y él no tiene que preocuparse de que su negocio se acabe. Ta dáaaaa!! 

jueves, 7 de enero de 2016

Adiós 2015, hola 2016!!


Ya se acabaron las navidades y todo vuelve a la normalidad. Y con la normalidad, empiezan los propósitos del nuevo año: dejar de fumar, empezar a ir al gimnasio, etc.

 

Personalmente, no soy de proponerme cosas con el nuevo año. Soy de esas personas que piensan que siempre es buen momento para empezar a hacer algo y creo que posponer a una fecha determinada el empezar a hacer algo, normalmente, es una excusa para no hacerlo.

 

Lo que sí que he visto en otros blogs y me parece muy positivo es hacer una especie de revisión de los logros del año y qué se podría mejorar. Así que allá vamos (wink)!

viernes, 4 de diciembre de 2015

4 meses sin comer pescado

Así, casi sin darnos cuenta han pasado ya 4 meses desde que dejamos de comer pescado. Y, aunque tengo que reconocer que alguna vez he sentido la tentación de comerlo de nuevo, he sido fuerte!!
 


La verdad es que si tomas la decisión de ser vegetariano por el sufrimiento animal, no es fácil sentirte tan identificado con los peces. No sé dónde leí que esto se debe a que no les oímos. Posiblemente, si fuéramos capaces de escuchar su respiración entrecortada mientras se ahogan durante horas, sería diferente… Si escuchásemos a las almejas, mejillones, langostas, etc, gritar mientras los echamos vivos al aceite o agua hirviendo, quizá se nos movería la conciencia…

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Cabello limpio y saludable (sin químicos, ni sufrimiento, ni otras porquerías varias)


Al principio de esta aventura (antes de ser vegetariana), empecé a buscar productos sin parabenos ni siliconas. Tras dar el paso al vegetarianismo, tuve que añadir que no estuvieran testados en animales y cuando descubrí que esto no implicaba que no contuvieran ingredientes de origen animal, que fueran también veganos.


La verdad que me costaba encontrar productos que tuvieran todas esas características y que, además, me gustara como trataban mi cabello.