miércoles, 20 de enero de 2016

El mundo se va a acabar


Seguro que habéis escuchado más de una vez el típico comentario de que ‘nos estamos cargando el planeta’. Evidentemente, es cierto que estamos agotando los recursos disponibles a una velocidad pasmosa, estamos acabando con otras especies, estamos contaminando el aire que respiramos y no contentos con esto, estamos llenando el espacio con nuestra basura.
 

Pero estad tranquilos, que no es cierto. Al planeta no le ocurre nada diferente de lo que le haya ocurrido desde hace siglos. Nos estamos matando a nosotros mismos. Porque el planeta volverá a renacer cuando ya no estemos aquí. Tardará millones de años, pero lo hará. Tanto es así, que Stephen Hawking ha dicho: “La extinción del ser humano salvará el planeta”. Y nosotros, como queremos salvarlo, pues la estamos acelerando (modo irónico on).
 

En aras de nuestra comodidad, seguimos haciendo todas esas cosas que sabemos que ayudan a nuestra destrucción.

 

¿Habéis visto Matrix? Mi escena preferida es cuando el sr. Smith captura a Morfeo y está intentando conseguir que le cuente como entrar a la única ciudad humana libre. En esta secuencia, el sr. Smith equipara a la especie humana con un virus. Y tiene razón. Nos comportamos exactamente igual. Porque nuestro primer error es considerar que el ser humano y nuestro bienestar está por encima de todo.

 

 

Reconozcámoslo. Somos seres egoístas. Y aún sabiendo que nuestro modo de vida no es sostenible, hacemos oídos sordos a los gritos de la madre naturaleza. ¿Por qué? Porque vemos únicamente lo que queremos.
 

Cuando construimos una nueva autopista que cruza un bosque, no vemos que en ese bosque viven animales y que seguramente necesitarán cruzarla y morirán atropellados. Vemos que ahora, tardamos menos en llegar de un sitio a otro.
 

Cuando usamos maquillaje para estar más guapas, no vemos lo que han sufrido los conejos en los que han testado ese maquillaje con el que vamos a conquistar al chico de nuestro sueños. Lo mismo con el champú, gel y demás potingues que tenemos en el baño.
 

Cuando usamos productos aerosoles, no vemos los químicos que desprenden a la atmósfera y que están haciendo más grande el agujero de la capa de ozono, vemos lo bien que nos ha quedado el peinado o lo bien que olemos ahora.
 

Sí, somos tremendamente egoístas y egocéntricos. Y lo peor de todo es, que aunque sepamos el daño que hacemos a otros seres o que estamos acabando con las reservas del planeta (reservas que han tardado millones de años en formarse y que no son infinitas), no cambiamos nuestro comportamiento por comodidad
 

Y hasta aquí la regañina de la abuela.


 
¿Qué podemos hacer para mejorar un poco la situación? Porque esto no depende de los políticos ni de los famosos que donan grandes cantidades de dinero a diferentes ONGs. Nosotros, como consumidores, también tenemos poder. Si algo no se vende, os puedo asegurar que se deja de fabricar.
 

Por ejemplo, podemos empezar por hacer algunas de estas cosas: 

  • No usar aerosols. Son los principales responsables del agujero de la capa de ozono (y por ende del cáncer de piel). Hay desodorantes en stick o en crema y si me apuras, mejor la piedra de alumbre.
     
  • Intentemos que nuestro maquillaje, cosméticos, colonias y productos de baño no estén testados en animales. Para ello fíjate que lleven uno de estos símbolos o estén etiquetados como “vegan”. 


  • Usar más el transporte público y, si es posible, mejor ir en bici o andando (que así nos mantenemos en forma, jeje). De esta manera reducimos la cantidad de monóxido de carbono en el aire.

  • Siguiendo con la reducción del monóxido de carbono, intenta no hacer compras on line. Date cuenta que estás haciendo que, como mínimo, un vehículo tenga que hacer un recorrido (con sus consiguientes emisiones) para llevarte a ti, un paquete. Si además, estamos comprando cosas de otros países, imagina tu huella de carbono.

  • Ya que tendremos que comprar en comercios cercanos, intenta llevar tus propias bolsas (si pueden ser de tela, mejor) para evitar que nos den nuevas bolsas de plástico. En este post, hablo sobre este tema.

Al final, se trata de volver un poco a ser como nuestros abuelos, que casi todo se producía en casa y si se tenía que comprar era por absoluta necesidad, no por capricho como ahora. Y sobre todo, acordarse de las 3 Rs: Reducir, Reutilizar y Reciclar.

 

Y vosotros, ¿qué cosas hacéis ya por mejorar nuestro medio ambiente?


No hay comentarios :

Publicar un comentario

Espero que el post te haya gustado.
Seguro que tú también tienes algo que compartir, así que animate y deja aquí tu comentario