Después de 4 meses sin carnes y lácteos, llegan los temidos análisis de sangre... Sí, temidos porque aunque aún sigamos tomando pescado y lácteos y nos empapemos de información en páginas y foros vegetarianos, siempre hay algún familiar / amigo preocupado de que tu alimentación sea suficientemente saludable y completa.
Además, llevaba una temporada sintiéndome algo cansada y
soñolienta y tras los miedos y críticas que todo el mundo (amablemente)
comparte contigo, una no sabe qué pensar… Y yo pensaba que tal vez estuviera
algo baja de hierro.
Llegó el día 0.
Tras la extracción llega la auscultación y, hasta ahí, todo
normal. Luego llega la tan temida pregunta:
- ¿Comes de todo?
- Excepto carne y lácteos, sí.
- Bueno, si comes pescado entonces la alimentación es
completa.
Anda, mira… Con lo orgullosa que estaba yo de haber
conseguido dejar la carne y los lácteos, resulta que mi alimentación sigue
siendo completa… Tras una breve pausa, la doctora se gira y me mira.
- Pero, si no tomas lácteos ¿de dónde sacas el calcio?
- Tomo frutos secos, sobre todo almendras y vegetales de
hoja verde.
Fin de la conversación. Tras el resto de preguntas sobre el
estado del resto de mis parientes y sobre la cantidad de deporte que realizo,
se acaba mi reconocimiento médico. Ahora a esperar una semana el resultado de
los análisis.
Y aquí están. Todo dentro de lo normal. Veremos qué ocurre
el año que viene cuando mi alimentación deje de ser “completa”. Por el momento, estoy encantada de poder decir que "mi" alimentación es saludable y que seguiré reduciendo el sufrimiento animal.
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