lunes, 18 de mayo de 2015

Agua que no has de beber...




Muchas veces nos empeñamos en mantener situaciones que no nos llevan a ningún sitio. O relaciones que no nos aportan lo que necesitamos. Pareciera que si dejamos de intentarlo, estuviéramos tirando la toalla. A veces, hay que saber cuándo parar y cambiar el rumbo hacia otro lado o cuándo dejar salir de nuestra vida a esas personas que no nos dejan avanzar.
  

¿Cuántas veces nos hemos empeñado en algo hasta el punto de agotar todos nuestros esfuerzos y al final, no hemos conseguido que las cosas salieran como nos hubiera gustado? Probamos de una manera y de otra, le damos mil vueltas, pero nada... no vemos el camino para avanzar. Por más que intentamos, las cosas no parecen cambiar ni un ápice.


Cuando esto ocurre, para las personas que creemos que nuestra vida depende de nosotros, tendemos a pensar que hay una solución pero que aún no somos capaces de verla. Quizá si seguimos intentándolo, llegaremos a dar con ella, verdad? A veces, la inspiración nunca llega y acabamos por agotarnos psicológicamente.


Debemos entender que el resultado no depende de uno mismo, sólo tu actitud ante la situación. Y puedes hacer todo lo posible por intentar aquello que quieres lograr pero también hay que entender que hay cosas que no tienen por qué ser.


No podemos esperar que el resto de la gente sienta lo mismo que nosotros, ni que quiera las mismas cosas. Desde nuestra familia, pasando por amigos hasta nuestra pareja. Hay que valorar si el resultado merece la pena el esfuerzo.


Probablemente, en tu familia haya problemas y tú estés intentando que se resuelvan. O tienes un amigo que está metido en algo muy duro y tú le estás aconsejando para que salga de ello. O quizá tu pareja no te trata como debiera y tú sigues ahí, esperando a que se de cuenta de tu amor incondicional y cambie. Esto no va a ocurrir. Empieza a pensar que es posible que no tengas la solución a los problemas de tu familia y que ellos también son mayorcitos para tomar sus propias decisiones. Que tu amigo ha escuchado tus consejos cien veces ya y que no hace nada por salir de donde está. Que deberías valorarte tú más y encontrar a una pareja que te valore.


Si algo no te hace feliz, es porque no es bueno para ti. Cierra la puerta y vete. Ojo! no te estoy diciendo que al más mínimo problema huyas, no. Los problemas hay que hablarlos y solucionarlos, pero para ello, las personas que los discuten tienen que estar alineadas en cuanto al fin que se busca.


Yo empiezo a pensar (y digo empiezo porque ésta es una de mis asignaturas pendientes) que cuando las cosas tienen que salir, todo surge muy fácil. Como rodado... Casi como si el universo proveyera para ti. Un día te das cuenta de que necesitas esto (o aquello) y al poco tiempo entra en tu vida la oportunidad o se te muestra la manera de hacerlo. Es cierto que todo exige un esfuerzo y que probablemente tendrás que dar unos pasos para conseguirlo, pero las puertas que hay que abrir se van mostrando casi sin esfuerzo.

El universo pone en tu vida lo que necesitas a cada momento. Tan solo sírvete.











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